La competición olímpica de natación fue extraordinaria por dos motivos. El primero, por lo que ha hecho Michael Phelps. El segundo, por la bajada de tiempos. Ha sido impresionante y lo atribuyo principalmente al bañador. Cambiará el concepto de entrenamiento y la manera de hacer las cosas. Todo será un poco menos convencional en los próximos años.
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